¡Llegó la hora de volcar todo lo aprendido en nuestras clases!
Personalmente, me resultó muy enriquecedor la práctica de la planificación inversa. Poder reconocer y plasmar los resultados de aprendizaje que deseaba como primera instancia me fue muy útil para construir el resto de las actividades. Considero que me ayudó a seleccionar las herramientas de evaluación más acorde a lo que buscaba lograr y finalmente poder diseñar y crear actividades bien fundamentadas para ello.
Para la selección y organización de contenidos las preguntas fueron clave, les comparto algunas de las preguntas que me ayudaron a establecer el recorrido...
¿porqué enseñamos ciencias? ¿qué concepciones alternativas se presentan en química?¿cómo construyo desde esa idea previa? ¿ cómo puedo hacer para que mi evaluación no sea totalmente conductista? ¿planificar?¿cuál es el fin?
Luego, con estas y algunas respuestas más arme el recorrido del espacio curricular, siguiendo un hilo conductor que me permitió partir de la importancia de enseñar ciencias, pasar a cuál es el punto de partida del aprendizaje, explorar herramientas metodológicas y llegar a plasmar en una secuencia didáctica.
→ Acá les comparto mi infografía y el mapa mental para que puedan ver el recorrido!!
¡¡Posteriormente llegó el momento de armar la guía!! se suele decir que realizarla es una tarea aburrida, estructurada y sobre todo poco útil... sin embargo armarla como hicimos ahora, pensándola para el alumno que la lee pude experimentarla como preparar un viaje, y ¡preparar un viaje es algo muy entretenido y emocionante! Pensamos que lugares queremos visitar, que cultura, que idioma se habla, el tiempo! fundamental para armar la valija, cuánto durará nuestro viaje...y después podemos volver a pasar por cada lugar con las fotos que hayamos sacado!
Muy contenta de compartir este viaje con ustedes y a seguir conociendo y construyendo espacios como este que nos permiten enriquecer nuestra formación docente.